Como amantes del Arte en todas sus manifestaciones reivindicamos el pleno respeto por las libertades individuales, pues somos conscientes de que sólo sin censuras y temores de ninguna naturaleza el Arte se expresa plenamente. Sin ataduras, sin atajos, sin sombras que oblicuamente se metan en sus intersticios, el Arte alcanza su ideal de belleza al promover el conocimiento, la diversidad, las contradicciones, entre otras características propias de la vida del hombre en sociedad.

lunes, 13 de octubre de 2014

Morón City Blues

Morón City Blues, , guión y dirección Pablo Gaullar
Crítica y comentario por Miguel Ángel Cannone 



Morón City Blues tiene un excelente guión. Su esquema es clásico y reparte la información y las acciones de modo perfecto. Los actores son ideales para el rol que les toca y están muy bien conducidos. La historia es simple y conocida. Una pareja joven se une y se desune. Sobresale en el contenido el peso de Morón en el desencuentro. De ahí el sentido del título. Por qué entonces, el filme es una joya que después de verla uno no puede dejar de tener en la cabeza sus bellas imágenes y la melancolía que la impregna? Por qué se sale de la proyección -ahora en pantalla grande- y algo pasó para que uno no sea el mismo? La respuesta es tan fácil para cualquiera de este tipo de obras que denominamos "de arte" como muy difícil para que un filme se encuadre en ellas: el tratamiento poético dado por el director. Morón... es poesía pura y allí reside su valor y su encanto.

Morón City Blues es una obra artística sorprendente. Debemos estar atentos a su realizador. No es común encontrar obras cinematográficas de tanto peso y a un autor al que, por su sentido cinematográfico y su profundidad conceptual, es fácil vaticinarle un futuro fecundo. Por eso no debemos quedar indiferentes.

¿Qué habría pasado si cuando apareció Jim Jarmusch en escena lo hubiésemos ignorado? No lo digo por el diferente estilo de estos dos realizadores sino por poner un caso, pues también Jarmuch comenzó en el cine independiente y con su segundo filme Stranger Than Paradise (1984) nos maravilló. Y más adelante vendría nada menos que Dead Man (1995), entre otras obras valiosas.
Los que amamos el arte cinematográfico y el arte en general, debemos estar atentos a estos chispazos geniales. No hay muchos, aunque a veces, por distintas razones, se pretende encontrar la “el mejor filme de la historia del cine” (¡Nada menos!) o “el filme más importante del año”. Seamos sensatos y fijemos la vista y nuestros sentidos allí donde hay que hacerlo.

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