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martes, 30 de abril de 2013
Un logro excepcional
Clarín | Espectáculos
DANZA
Un logro excepcional
La argentina, primera bailarina del Royal Ballet de Londres, ganó el “Laurence Olivier”.
30.04.2013 Por Gaspar Zimerman
Buenas noticias para el ballet argentino: la bailarina Marianela Núñez ganó el premio Laurence Olivier, el más prestigioso del teatro inglés. La Sociedad Teatral de Londres, que entrega estos galardones anualmente, la distinguió el domingo en la categoría “Logro excepcional en danza” por sus interpretaciones en Aeternum, Diana & Actaeon y Viscera para el Royal Ballet de Londres, donde se desempeña como primera bailarina desde hace once años.
“Estoy tan feliz que ni sé qué hora es”, bromeaba ayer Núñez desde su casa en el norte de Londres. “Nos llegaron las nominaciones en febrero y yo ya estaba súper contenta: es un honor estar nominada para un premio así, el más importante de Inglaterra a nivel teatral. Pero no sabía si lo iba a ganar, así que cuando dijeron mi nombre se me dibujó una sonrisa de oreja a oreja al instante”.
La ceremonia se desarrolló en el Royal Opera House, sede del Royal Ballet, detalle que le facilitó a Marianela la tarea de recibir el premio: “Estaba en mi casa. Y todo fue aún más especial porque me lo dio Edward Watson, que lo ganó el año pasado y es un amigo y colega al que respeto muchísimo”. El discurso de agradecimiento incluyó a los directores del Royal Ballet, a los coreógrafos que crearon especialmente para ella dos de las obras por las que fue premiada , a su marido, el brasileño Thiago Soares -también bailarín de la compañía- y a su familia, que esperaba noticias en Buenos Aires.
“Yo nací en San Martín, y mis papás y mis tres hermanos todavía viven allá, con un montón de sobrinos y sobrinas. Estaban todos re emocionados: me llamaron llorando y estuvimos un largo rato moqueando todos juntos”. En 1981, después de tres hijos varones, la mamá de Marianela esperaba una nena con ansiedad, y apenas pudo le puso el tutú y las zapatillas y la mandó a clases de ballet. La nena tenía tres años, y a los cinco ya había decidido que quería bailar toda su vida. Cursó la escuela primaria en paralelo con el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón; a los 14 años, Maximiliano Guerra la eligió para participar en un espectáculo, y bailó La bella durmiente con la compañía del Colón. A los 15, entró a la escuela del Royal Ballet de Londres y se radicó en Inglaterra; un año después fue contratada por el prestigioso conjunto británico -es la primera y única argentina en ese ámbito- y pronto fue promovida a la categoría solista. En 2002, ya era primera bailarina.
Ahora Marianela tiene 31. En lo inmediato, a fin de mayo la esperan La Bayadera, de Minkus-Petipa, y Sinfonía en C, de Balanchine. A largo plazo, ballet y más ballet: “Estoy cuidando mi cuerpo y perfeccionándome día a día para tener una carrera larga. Tengo colegas de 45 años que están bailando, con hijos y todo. Esta es mi pasión, es todo. Quiero hacerlo todo el tiempo que pueda. Ojalá durara para siempre”.
De San Martín a Londres A la altura de las mejores de Europa.